miércoles, diciembre 05, 2007

Miércoles Cinco

Ronroneo feroz
por la casa sin hogar.
Domestico el ruido,
me visto de otra me mudo.
Salgo a la calle.
Salgo de mí.

Este miércoles de verano
travestido de otoño
me para los pelos,
erecta mi remera.
Y el pelo mojado
congela en tirabuzones
mis hombros cargados
de bolsos y culpas.

Me traga la tierra.
En plena digestión leo:
El dios subjuntivo, el catcher justiciero.
Y así se indigesta.

La tierra me vomita.
Emerjo en tribunales que ni oyen ni ven.
Y camino aturdida
entre pancartas cromagnon,
entre muertos sin descanso
amortajados de injusticia.

Me refugio pensando en vos.
En las vértebras de las fotos,
ese esqueleto cartílago y medular,
ligamento invisible que tensa
el cuerpo raro de este amor.

Me rescato un poco.
Me elevo en la caja sin fobia.
Y ya arriba abro, ventilo y aireo
este miércoles disfrazado de abril.

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8 Comments:

Blogger Juan Dé said...

Muy bueno lo del dios subjuntivo, el catcher justiciero.

diciembre 05, 2007  
Blogger el_iluso_careta said...

no voy a ponderar lo que osté ya sabe, sólo me queda resaltar el uso de abril en los bloggers???

diciembre 05, 2007  
Blogger Mari Pops said...

mi hombro cargado con bolsos y culpas...
Me traga la tierra
Me vomita la tierra

diciembre 05, 2007  
Blogger Bombón Asesino said...

Me gustó mucho lo de las vertebras de las fotos. Cuantas cosas nos sugieren las fotos a veces son el esqueleto el sostén de algo que ya no es. Saludos Morgana.

diciembre 05, 2007  
Blogger Dante Bertini said...

también ando así, aunque sin tener a quien echarle la culpa.
no hay amores a la vista.

diciembre 06, 2007  
Blogger Mari Pops said...

y vos Morgana, no tenes amores o amorcito a la vista, alguien que te abra la puerta (la del baño) o otra para ir a jugar???
Pasate si podes, Mary

diciembre 06, 2007  
Blogger capitanfla said...

(...)"me erecta la remera".


Que lindo.


Maravillosa imagen.

diciembre 06, 2007  
Blogger Martin said...

Intercambio de postales amorosas

Nosotros proclamamos un hedonismo sin pompa; sumisos hijos del ideal burgués latinoamericano de la propiedad, del techo propio, proclamamos un hedonismo sobrio, una rendición sin condiciones al placer más cotidiano. Dormir, acariciarnos. Hablarnos sin apuros, sin mayores complicaciones porque estamos juntos y desnudos.

En el silencio y la intimidad de un cuarto nos decimos secretos tiernos en un lenguaje inventado. No es más que falta de pudor, complicidad y progresiva insolencia. La maquinaria de los huesos en una batalla absurda, cuerpo a cuerpo, una riña de esqueletos que se muerden, se confunden como marionetas enredadas. Tu respiración de alondra, y mi rugir de león enfermo. Los corazones encendidos, latiendo con violencia, marcando un pulso amorfo, irregular. Sangre que se precipita en borbotones gordos; podemos escucharlos si cerramos los ojos, si nos quedamos quietos. Una música sincopada, sin esqueleto .

diciembre 10, 2007  

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