sábado, enero 27, 2007

Nadie sabe


Me preguntaste de dónde salió esa monería.
Te dije de mi pasado darwiniano.

Me inventaste unos lunares de mentiras
y te eclipsaste sin darme ni la mano.

Me asombré por las grandes coincidencias
del tamaño homeopático de un grano.

Obsesiva fui de noche, fui de día
a buscarte hasta las puertas de los baños

y escondí mi corazón en laberintos
de espejos rotos y encima esmerilados.

Me aburrí de flotar a la deriva.
Te aburriste de mí, de mis reclamos.

Me cansé, te cansaste y nos fuimos
a olvidarnos de nosotros por un rato.

Y volvimos porque sí, porque quisimos
para siempre,
por segundos ó por años.

Nadie sabe cuánto tiempo más tenemos,
nadie sabe si venimos o si vamos.
Ahora hay lo que tenemos, sin apuros.
Hacemos esto día a día, paso a paso.



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1 Comments:

Blogger Leandro said...

Parece que sabés qué cuerdas mías pulsar, y yo que creía que eran secretas.

enero 29, 2007  

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