Recuerdo

Con el cuerpo en la cama del lado izquierdo y los ojos en la lucha por no cerrarse
Tu recuerdo me trepa por el borde de la poca ropa
La ocurrencia infantil me causa gracia
Al mover su cuerpito levanta la sábana
me hiela ese chiflete típico de mi pieza en junio
y se zambulle acurrucándose apenas entre mis piernas.
Tu recuerdo se anida en los bordes de todas las cosas
como la bombilla, el olor del fósforo, el mate cocido verdadero.
Y como los bordes implican tensión de equilibrista
le busco un lugar amable, un campo de acción cómodo.
Lo dejo habitarme paseándolo por la casa, los subtes, las contabilidades.
Simplemente porque vale la pena
y sólo hasta que se borre con vos de verdad
acurrucado entre mis piernas.