Piel naranja
Hoy la vi en la vereda de enfrente de Pueyrredón,
con su trajecito maltrecho y la blandura de sus naranjas.
Llevaba un caballo en la cola del pelo
y un hombro free mostrando una musculosa en la piel.
El primer día que actuó para nosotros
su olor y sudor me corrieron por dentro.
Hacía algo que dudo fuera con conciencia
pero al golpear las naranjas en el techo,
al darle con fuerza salida de las tripas hambrientas,
al ser mejor que el mejor pago del Cirque du Soleil
pero sin red ni aprobaciones,
los cítricos olores maltratados inundaban el vagón,
Y ella
cagadísima de calor por el trabajo sin serie
sudaba,
sus naranjas volvían mansas a su mano infantil,
a su cola de caballo no domada,
a su hombro desnudo amusculosado.
Mientras, flotábamos de las narices por el perfume
y velábamos su infancia que moría en cada escena.
con su trajecito maltrecho y la blandura de sus naranjas.
Llevaba un caballo en la cola del pelo
y un hombro free mostrando una musculosa en la piel.
El primer día que actuó para nosotros
su olor y sudor me corrieron por dentro.
Hacía algo que dudo fuera con conciencia
pero al golpear las naranjas en el techo,
al darle con fuerza salida de las tripas hambrientas,
al ser mejor que el mejor pago del Cirque du Soleil
pero sin red ni aprobaciones,
los cítricos olores maltratados inundaban el vagón,
Y ella
cagadísima de calor por el trabajo sin serie
sudaba,
sus naranjas volvían mansas a su mano infantil,
a su cola de caballo no domada,
a su hombro desnudo amusculosado.
Mientras, flotábamos de las narices por el perfume
y velábamos su infancia que moría en cada escena.
Etiquetas: desde mi cocina
13 Comments:
Extraño su escrito, cocinera.
Cuánto misterio intuyo en él!
triste, real, acido, y desafortunadamente cada vez en mas esquinas.
besos de mary
Bien vuelta morgana!
besos
Disculpeme la intromisión, pero por lo que cuenta le sugiero que si se la va a coger primero la bañe, o al menos le lave las manos para evitar ciertos ardores.
Mecánicas del arte. Sí hiciera la actuación con pelotas de goma anaranjadas, ella no lograría el efecto de la permanencia, y tal vez usted no lo relataba.
Que buen regreso Morgui! Se la extrañaba así... Quizás al mejor pago del circo tampoco usted lo recordara del tal modo.
Que bueno que haya vuelto! Se la extrañaba.
Besos!
"Mientras, flotábamos de las narices por el perfume
y velábamos su infancia que moría en cada escena"
Sí, estamos velando demasiadas infancias ultimamente.
Triste, pero de alguna forma rescatado a través de tu mirada.
Saludos
Lilián
Muy bello, porque no oculta el dolor de la escena.
Salutti
los golpes contra el techo del subte y el pedido de un aplauso. tal vez podamos decir, estimada MORGANA, eso que nos responsabiliza por el otro. cuando en esos chicos hay desesperación. y talento.
¿Qué es lo que se exhibe en esa escena? ¿El juego de la destreza? El poema rescata esa otra escena: la miseria que asoma y nos mira a los ojos, mientras el desamparo huele triste y ácido.
Saludos
Liliana.
Hay momentos de este texto que son maravillosos. Un placer, como siempre.
Un poema con tintes vallejianos. Un verso final, sí, decididamente vallejiano. El desamparo, como sostiene Meridiana-Liliana y ese mirarnos a los ojos (nuestros ciegos ojos).
Publicar un comentario
<< Home