jueves, abril 03, 2008

Piel naranja

Hoy la vi en la vereda de enfrente de Pueyrredón,
con su trajecito maltrecho y la blandura de sus naranjas.
Llevaba un caballo en la cola del pelo
y un hombro free mostrando una musculosa en la piel.
El primer día que actuó para nosotros
su olor y sudor me corrieron por dentro.
Hacía algo que dudo fuera con conciencia
pero al golpear las naranjas en el techo,
al darle con fuerza salida de las tripas hambrientas,
al ser mejor que el mejor pago del Cirque du Soleil
pero sin red ni aprobaciones,
los cítricos olores maltratados inundaban el vagón,
Y ella
cagadísima de calor por el trabajo sin serie
sudaba,
sus naranjas volvían mansas a su mano infantil,
a su cola de caballo no domada,
a su hombro desnudo amusculosado.
Mientras, flotábamos de las narices por el perfume
y velábamos su infancia que moría en cada escena.


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13 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Extraño su escrito, cocinera.
Cuánto misterio intuyo en él!

abril 03, 2008  
Anonymous Anónimo said...

triste, real, acido, y desafortunadamente cada vez en mas esquinas.
besos de mary

abril 04, 2008  
Blogger EmmaPeel said...

Bien vuelta morgana!

besos

abril 04, 2008  
Anonymous Anónimo said...

Disculpeme la intromisión, pero por lo que cuenta le sugiero que si se la va a coger primero la bañe, o al menos le lave las manos para evitar ciertos ardores.

abril 04, 2008  
Blogger Asterion said...

Mecánicas del arte. Sí hiciera la actuación con pelotas de goma anaranjadas, ella no lograría el efecto de la permanencia, y tal vez usted no lo relataba.

abril 04, 2008  
Blogger Bombón Asesino said...

Que buen regreso Morgui! Se la extrañaba así... Quizás al mejor pago del circo tampoco usted lo recordara del tal modo.

abril 04, 2008  
Blogger Anita said...

Que bueno que haya vuelto! Se la extrañaba.

Besos!

abril 05, 2008  
Blogger meridiana said...

"Mientras, flotábamos de las narices por el perfume
y velábamos su infancia que moría en cada escena"

Sí, estamos velando demasiadas infancias ultimamente.

Triste, pero de alguna forma rescatado a través de tu mirada.

Saludos

Lilián

abril 06, 2008  
Blogger Sergio De Piero said...

Muy bello, porque no oculta el dolor de la escena.
Salutti

abril 08, 2008  
Blogger Javier Galarza said...

los golpes contra el techo del subte y el pedido de un aplauso. tal vez podamos decir, estimada MORGANA, eso que nos responsabiliza por el otro. cuando en esos chicos hay desesperación. y talento.

abril 09, 2008  
Blogger meridiana said...

¿Qué es lo que se exhibe en esa escena? ¿El juego de la destreza? El poema rescata esa otra escena: la miseria que asoma y nos mira a los ojos, mientras el desamparo huele triste y ácido.

Saludos
Liliana.

abril 10, 2008  
Blogger Silencio said...

Hay momentos de este texto que son maravillosos. Un placer, como siempre.

abril 10, 2008  
Blogger ema déborah finzi said...

Un poema con tintes vallejianos. Un verso final, sí, decididamente vallejiano. El desamparo, como sostiene Meridiana-Liliana y ese mirarnos a los ojos (nuestros ciegos ojos).

abril 11, 2008  

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