Hoy Nada
Hoy no me levanté temprano.
No hay otros pies en mi cama.
El teléfono tácito. Las ganas agonizantes.
No hay mensajes en el espejo.
El cine proyecta lo mismo pero distinto.
La heladera me deja de lado.
Sólo helado y chocolate.
La cobertura no cubre más que mi dedo.
No tengo ganas de mate,
ni café ni té.
Ni de ti y de mi.
No hay revista de cable que sirva.
No hay cables a qué amarrarse.
Hoy nadie trabaja.
Nadie recuerda por qué.
“Está nevando” dice el mensaje.
“Yo quiero” pude contestar.
Y acá la nada pasa,
ausente con su presencia
de viaje interminable.
Hoy no hay contabilidades
ni segundo ni quinto grado.
No hay cocina que estrenar.
No hay estufas que encender.
Los dedos se desgarran en la tecla.
Las palabras ni afónicas salen.
Hoy no hay nada que decir.
No hay otros pies en mi cama.
El teléfono tácito. Las ganas agonizantes.
No hay mensajes en el espejo.
El cine proyecta lo mismo pero distinto.
La heladera me deja de lado.
Sólo helado y chocolate.
La cobertura no cubre más que mi dedo.
No tengo ganas de mate,
ni café ni té.
Ni de ti y de mi.
No hay revista de cable que sirva.
No hay cables a qué amarrarse.
Hoy nadie trabaja.
Nadie recuerda por qué.
“Está nevando” dice el mensaje.
“Yo quiero” pude contestar.
Y acá la nada pasa,
ausente con su presencia
de viaje interminable.
Hoy no hay contabilidades
ni segundo ni quinto grado.
No hay cocina que estrenar.
No hay estufas que encender.
Los dedos se desgarran en la tecla.
Las palabras ni afónicas salen.
Hoy no hay nada que decir.
Lo mejor es quedarse mudo.
Etiquetas: desde mi cocina
3 Comments:
Muchas cosas decís diciendo no decir nada.
En el caso que me equivoque y realmente no digas nada, tenés un lindo modo para no decir.
Gracias por tus comentarios.
Nos veremos en la biblioteca.
Para hablar acerca de lo que no podemos conocer, lo mejor es guardar silencio...decía Wittgenstein, y repiten, desobedientes, los poetas
Para no decir nada, has dicho mucho...simplemente tenias ganas de no decir nada...
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