Repeticiones
Leo el listado infinito que prolijamente hice de todo lo que me falta hacer y que seguramente no haré.
Recuerdo la lata de bizcochos Canale, que tenía
Se repite seis veces una inacción.
El taco derecho golpea incesantemente el piso colorado de mi casi living.
Ya conté doscientos treinta y tres golpes.
Y sigo aún.
Las estadísticas sirven para casi todo.
Incluso para registrar las repeticiones.
En la agenda tengo anotado al mismo sujeto bajo todas sus apariencias.
Cuatro en total. Y todos en distintas secciones.
Quizá sólo se trate de un cuatripolar y no de una repetición.
Leo otra vez y van... una carta de amor que nunca me mandaron.
Escribo el décimo borrador que dice exactamente lo mismo que los nueve anteriores.
Mi gata mató una rata.
Mi gata mató otra rata. Y mi gata mató otra rata.
No soy más que la repetición exponencial y finita de un esperma y un óvulo,
un cigoto dividiéndome, dividiéndome, dividiéndome, dividiéndome.
Empiezo por tercera vez el último capítulo de un libro no editado.
Leo por segunda vez el primero de Dorys Day's, otro más no editado.
Escucho Radiohead y es (absolutamente comprobable) imposible contar cuál vuelta llevo.
Marco en la revista del cable únicamente las películas que ya vi y volveré a ver.
Repito con minuciosidad todos mis errores
pero sólo hasta que se me acaben.
Recuerdo la lata de bizcochos Canale, que tenía
una niña de falda escocesa, de gran sonrisa que miraba una lata de bizcochos Canale, que tenía
una niña de falda escocesa, de gran sonrisa que miraba una lata de bizcochos Canale, que tenía
una niña de falda escocesa, de gran sonrisa que miraba una lata de bizcochos Canale...
Me paro entre dos espejos y espantosamente, me repito.
Soy pura recursividad, muletilla, iteración, insistencia, reiteración, estribillo, reanudación, reincidencia, reproducción.
pero sólo hasta que me acabe.
Etiquetas: desde mi cocina
3 Comments:
Agradezco que enviaras mails, aunque fueran masivos.
Así llegué acá y me parece que me voy a quedar un buen rato.
Buscando algo relacionado con "el silencio de los inocentes" y el Dr. Lecter apareciste en la búsqueda.
Me gusta mucho cómo centrifugás las letras y las hacés jaikus.
Las repeticiones se hacen para innovar (dixit Robert Fripp) así que seguí adelante con ellas.
Volveré a pasar, sin dudas.
Ja, que gracioso me parece cuando una persona cree que la frase "una niña de falda escocesa, de gran sonrisa que miraba una lata de bizcochos Canale" es igual a la tercera vez que escribís "una niña de falda escocesa, de gran sonrisa que miraba una lata de bizcochos Canale"...
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