viernes, abril 20, 2007

Caliente



Recuerdo que vino de lecturas calientes. (Y aunque me lo permito, no me animo con todo)

La ausencia del placer es un mal intolerable.
Rumiando este mal me recuerdo allá lejos,
bailándote en bolas todo tu continente.
Música de Tony Gatlif que vos ni conocías.
La mente flotándonos verde a la par.
La oscuridad de la noche guiaba la calentura.
Y te bailaba en el pecho,
te untaba y vos te mojabas, latías y crecías.
El olor trepándonos nos explotaba en laguitos de baba.
No quedó piel por lamer,
nos dijimos de todo menos te quiero.
Y llegó un pedido que nadie pidió en sano juicio.
Se cerraron candados, se abrieron las cosas.
tu boca se entregaba ante mis bocas,
repetíamos eso de tocarnos como de estreno.
Amarrábamos los orgasmos al ficus
y cuando no podíamos más (cuando queríamos más),
le dábamos soga para que se suelten.
Y te dirigía el índice, el pulgar, el mayor
aprendiendo cada vez con la brújula de mis ganas.
Nos atrevimos a todo con la lengua.
Te temblé en la boca,
te llenaste de mí,
me llené de vos rebalsando boca arriba.
Diez horas parecían de revuelque por el piso,
desesperados como dos gatitos en celo.

Todavía tengo las marcas de tus dientes.
Todavía me acuerdo, todavía.

Etiquetas: ,

1 Comments:

Blogger Telex said...

Se dieron con todo! Groso.

abril 25, 2007  

Publicar un comentario

<< Home