viernes, febrero 22, 2008

Resonador

Esto no pasa en los subtes ni metafóricamente hablando.

Nadie percibe lo que está pasándonos a él y a mí.
Él, cadete de un andrógino. Yo, mejor les ahorro el disgusto.
Los músculos están inmóviles y cedemos a un diálogo que no cesa,
disparado a trescientas palabras mudas por segundo.
Nadie emite sonido pero es como si.
Mi pelo se revuelca en su cara por el aire apretado de los pasillos subterráneos.
Esa magia no lo conmueve para cederme el asiento.
Yo, con este peso que me rompe en dos y él no se levanta.
Me olvido que estoy parada. Leo los carteles, los anuncios, las miradas.
Memorizo un teléfono que olvido en la estación siguiente.
Él por fin me mira en Olleros.
No me radiografía, me mira con ojos de resonancia magnética.
Y es lógico, estoy con esta remera marrón como un cuatro deprimente.
El resonador detecta un par de bultos acá,
se detiene ahí, los recorre ida y vuelta, cinco veces.
Cinco, un buen número primo que nunca es par, nunca cuatro.
Hoy que tengo los ojos bellos como las lunas de Europa él escanea los bultos.
Si este cadete de Marilyn Manson me vuelve a resonar lo puteo
o le paso mi número de la prepaga, me digo.
Me relajo pensando que me espera la alfombra en la planta del pie,
un masaje que me ganaré con el sudor de otras frentes
y la música del ciclotímico masajista que prefiero anonimar.
El resonante cadete me pasa el informe y me cita para una interconsulta,
me deriva a su antro sentimental, un bulín de la calle reconquista.
Sin palabras, le explico que antes de la reconquista tiene que haber conquista.
Me habla de un quiste. Conquista, Conquiste. Y me hace el gesto de “captás?”
Los juegos de palabras no son mi fuerte alcanzo a decirle mientras lo toreo,
clavándole las verónicas de mis ojos alunados e implacables.
Lo maté. Le rompí el corazón, la conquista y el resonador.
Con la aparatología hecha flecos me despide sin palabras en Callao
y yo le respondo igual, metafóricamente hablando.

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15 Comments:

Blogger Asterion said...

Qué macana que no le pudo sacar la dirección de blog de él. Me gustaría conocer la otra versión.

febrero 23, 2008  
Blogger Humanoide said...

el amor es una trampa creada para perpetuar la especie

febrero 23, 2008  
Anonymous Anónimo said...

Bueno, pero por lo menos, en Callao te sentaste.

febrero 23, 2008  
Anonymous Anónimo said...

Me fascinó este relato. Realmente.

febrero 23, 2008  
Anonymous Anónimo said...

como en las viejas peliculas mudas, con subtitulos solo perceptibles para el cadete y para vos.
"remera marron como un cuatro deprimente", no lo capte?

pero me gusto este dialogo.

Que hubiera pasado si realmente hubieran hablado?, hubieran dicho lo mismo, Morgui?

Ya sabes a mi me gustan los "hubiera"

Mary Pops

febrero 24, 2008  
Anonymous Anónimo said...

Ahora mi blog es por invitación y sería un honor que uste lo lea. Si m manda un mail le prometo que la invito.

Un abrazo.

febrero 24, 2008  
Anonymous Anónimo said...

juajajaja me río de lo que dice Aster... pero el que mira bultos habiendo luna se merece este relato.
Me gustó.

febrero 25, 2008  
Blogger Bombón Asesino said...

Me encantan esos encuentros mudos que lo dicen todo. Muy buen relato, mor.

febrero 25, 2008  
Anonymous Anónimo said...

Si te hubiera dado el asiento, no existiría este post. ¡bien por el!

febrero 25, 2008  
Anonymous Anónimo said...

Menos mal que era técnico nomás y no ginecólogo.

febrero 25, 2008  
Blogger Sergio De Piero said...

Excelente. Me recordó un cuento de Eduardo Wilde de 1880 y tantos "Nada en quince minutos", solo que en un tren. Peor el suyo me gustó mas

febrero 26, 2008  
Blogger el_iluso_careta said...

EN FIN... UN BESO...

febrero 26, 2008  
Anonymous Anónimo said...

Preguntale a Cortazar si no!

febrero 26, 2008  
Blogger toto scurraby said...

ahora si
con su vuelta
me siento completo
saludos cocinera

febrero 28, 2008  
Blogger Livio said...

Yo uso mucho la D,sera cuestión de estar más atento.

febrero 28, 2008  

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