En fuga
En estos días mutantes soy extranjera en mi propia pena
Desconozco sus esquinas, sus calles, sus animales.
Sus barrios tienen nombres que jamás oí
y que nunca podré pronunciar.
En cada pasillo donde había un dolor
ahora hay una cinta de Moebius, una escultura reversible
La tristeza se evapora entre los pliegues negros de las cebras
Necesito una filcar de patologías varias
un diccionario binario que traduzca esos dolores idos
que ya no juno como míos porque ahora son ebrios de risa
salidos de un zoológico de clowns.
Busco alguna garita de turismo, un gurú espirituoso
que señale la salida o la entrada a mi pena en fuga
tan distinta a lo que era, tan ausente sin aviso
tan maquillada para la red carpet,
tan felizmente irreconocible.
Porque cuando la pena pierde identidad
en lugar de sentir que estoy ganando batallas
me siento extranjera de mí
y no entiendo ni jota el lenguaje añejado del dolor
como si buceara dentro de estrellas vírgenes
de un mundo por inventarse.
Todo es música redonda y dividida
y las manos dibujan verbos
que sólo se pueden conjugar en gerundio.
Desconozco sus esquinas, sus calles, sus animales.
Sus barrios tienen nombres que jamás oí
y que nunca podré pronunciar.
En cada pasillo donde había un dolor
ahora hay una cinta de Moebius, una escultura reversible
La tristeza se evapora entre los pliegues negros de las cebras
Necesito una filcar de patologías varias
un diccionario binario que traduzca esos dolores idos
que ya no juno como míos porque ahora son ebrios de risa
salidos de un zoológico de clowns.
Busco alguna garita de turismo, un gurú espirituoso
que señale la salida o la entrada a mi pena en fuga
tan distinta a lo que era, tan ausente sin aviso
tan maquillada para la red carpet,
tan felizmente irreconocible.
Porque cuando la pena pierde identidad
en lugar de sentir que estoy ganando batallas
me siento extranjera de mí
y no entiendo ni jota el lenguaje añejado del dolor
como si buceara dentro de estrellas vírgenes
de un mundo por inventarse.
Todo es música redonda y dividida
y las manos dibujan verbos
que sólo se pueden conjugar en gerundio.
16 Comments:
Nuestras calles
nunca tuvieron nombre...
Es curioso que uno sienta identidad en la pena. De ser así, bien puede pensarse que a veces, sólo a veces, uno las sienta para poder sentirse. Siguiendo este razonamiento, al confirmarnos, se van diluyendo. Creo.
Morgui,
Dice una copla Ay pena, penita, pena, pena de mi corazon!!!
Cuanto nos molesta desconocer los motivos, las causas, el porque, parece que somos con explicacion, es que siempre tenemos que encontrar motivos para todo?
La tristeza puede fluir y puede ser un logro abrazarla sin entenderla, sin pelearla, dejandola entrar como extranjera de visita y conocerla de a poco, y sacarle partido, o no.
Estamos iguales del otro lado del charco.
Morgana, que acertada esa imagen de la cinta de Moebius, en esa doblez se vuelve una y otra vez a un territorio donde nos hemos perdido.
para rescatarno? ah pero como decía Bayley, " es infinita esta riqueza abandonada..."
volviendo a pesar de los colapsos
ciberespaciales
Un beso
Lilián
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Extrajera como Camus pero gerundiana.
Por una semana a lo tigre blanco.
Besos.
vaya, vaya... que buen texto...
he sido saciado
Gerundios.
Calles.
Penas.
Cocteles de pleonasmos que se enumeran sin orden.
Sensacion de poesía inaccesible.
Revelación que no llega...
Rabanito.
ay ay Morgana, bella como siempre, y ese hilito de ... esperanza? si hay una cinta de moebius uno podría perderse en ella, o volver a encontrarse...
gracias por tu comentario en mi sitio
un beso
Que decir, innecesario hastiar la web con mas palabras...
Ahora, números...o imágenes.
hay una peli argentina que se llama la cinta de moebius?
o flashie?
COMO ME GUSTARÍA SENTIRME ASI, PERO EL ESTADO DE MI HIJO AÚN NO ME LO PERMITE...
anduve por aquí, leyéndote.
Morgana,
La leo siempre y quisiera premiarla. No la consulté, ya lo hice, pase a buscar su premio, espero que le guste.
extranjera en mi propia pena
esta idea me queda rondando la capocha
beso
Es tremendo, pero que palabras fluyen en los momentos de tanta pena. Creo que la extranjeridad es el claro ejemplo del vacío que provoca la angustia.
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