miércoles, diciembre 09, 2009

Gataflorismo Juana



Feliciano me adora y le aborrezco;
Lisardo me aborrece y yo le adoro;
por quien no me apetece ingrato, lloro,
y al que me llora tierno, no apetezco:

a quien más me desdora, el alma ofrezco;
a quien me ofrece víctimas, desdoro;
desprecio al que enriquece mi decoro
y al que le hace desprecios enriquezco;

si con mi ofensa al uno reconvengo,
me reconviene el otro a mí ofendido
y al padecer de todos modos vengo;

pues ambos atormentan mi sentido;
aquéste con pedir lo que no tengo
y aquél con no tener lo que le pido.

Sor Juana Inés de la Cruz.

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5 Comments:

Anonymous Pol said...

Son todas iguales.

diciembre 11, 2009  
Anonymous Argañaraz said...

A veces se acaban las palabras propias, las que uno mismo tiene para ofrecer al vulgo. Y busca -yo mismo lo he hecho y lo hago cuando mi vacío es inaudito y busca llenarse de ajenos, y los ajenos a veces dicen cosas a las que ni yo mismo puendo encontrarle siquiera comas- en sus letras algo que se asemeje, que pueda parapetarse en algún rincón -sin creerlo demasiado- de uno.
Sor Juana escribía maravillas, aún a costa de no poder vivirlas.
Pero sépalo, sus letras suelen ser mejores.

diciembre 14, 2009  
Blogger morgana said...

Pol,
Y yo tan distinta...
Arga,
Yo no puedo escribir más que versiones pobres y bidimensionales de cosas que antes de ser escritas son brillantes y en 3D.
Por eso, cuando ni eso puedo, me tomo de palabras de gente que puede escribir en todas las circunstancias, incluso cuando no puede vivir las maravillas que escribe.

diciembre 14, 2009  
Blogger Sergio De Piero said...

Como decía Groucho o Woody Alen (no recuerdo) "a veces tengo pensamientos que no comparto", por qué no?

felicidades estimada

diciembre 23, 2009  
Blogger morgana said...

Pol,
Los hombres dicen siempre dos verdades: "son todas y iguales" y "no habrá ninguna igual, no habrá ninguna".
Avallay,
Bien por compartir tus pensamientos entonces. Beso cuasi peronista.

enero 03, 2010  

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