RadaR en la Tormenta *
Me lo dedico exclusivamente a mí, que ando con el radar taponado de libélulas y golondrinas desorientadas por los desvíos climáticos y demases insignificantes.
Y alguna vez, no siempre, guiado por el radar
el poema aterriza en la pista, a ciegas,
(entre relámpagos)
carretea bajo la lluvia, y al detener sus turbinas,
descienden de él, pasajeros aliviados de la muerte:
las palabras.
* Alfredo Veiravé, de Obra Poética, Tomo II.
Y alguna vez, no siempre, guiado por el radar
el poema aterriza en la pista, a ciegas,
(entre relámpagos)
carretea bajo la lluvia, y al detener sus turbinas,
descienden de él, pasajeros aliviados de la muerte:
las palabras.
* Alfredo Veiravé, de Obra Poética, Tomo II.
Etiquetas: cocina de autor
5 Comments:
me gusta sobre todo que lo conciba entre relámpagos, en esa intemperie sin fin diría Juan L.
vamos a ver si leemos más de Alfredo Veiravé
un abrazo
Lilián
A los murcielagos dificilmente les falle el radar...a mi si. Acabo de descubrir como leer las cosas viejas,soy lelo.
El rumbo es el radar, y sigue ahi, solo caminarlo. Gracias
qué loco lo de los cambios climáticos y libelulidades, eh.
Abrazo.
Hola, nos enganchamos por el nombre del blogg y ademas esta bueno. Ok?
Pena (Los 7 Samurias)
http://lossietesamuraissiete.blogspot.com/
Meridiana,
Todo lo que nace del relámpago es digno de ser escuchado.
LAR,
Qué lindo esto, Evita´s boy.
Fueye F.,
Qué alegría tu insistencia sobre mi particular cocina. Qué alegría.
Humanoide,
Todo es locura, sobre todo el clima.
Samurais,
Gracias por la visita. En cuanto termine el autoexilio pasaré por ahí.
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