Respondiéndote
Para vos, lunático de Evita.
A la mujer las cosas le pasan. Como las sillitas voladoras, le pasan.
Recibe mails de sillas voladoras, de sueños volados y las cosas le pasan, le pasan cosas.
En un sueño ajeno es cajera y feliz. Recibe confesiones de un lunático, gente al borde del borde, gente loca, que canta y recita, jubilaciones que se jubilan, gente en “freno” y sillas de ruedas.
Hace deducciones gratis y las descarta como los hongos de la paja, pone el sueño en el horno y a la hora lo come y así se alimenta el espíritu.
Le cuentan de malas praxis de amor sin juicios ni castigos. Ella toma el paquete le pone moño y lo coloca arriba del ropero viejo. Lo mira desde la cama, no sabe qué hacer y se perfuma.
Fuma a ciegas por ahí. Piensa desde qué lugar se responde un sueño.
Mientras lee se le vuelan las nubes, pero respeta el dolor y no dice nada.
Quizá todo se compense y juntos puedan un día bucear.
Pero el temor a las profundidades la asfixia. El temor a las 2 ymedia, con el sol lamiendo la nuca en Uruguay también la asfixia. Las ganas, el compromiso, la onda se evaporan bajo los pies y la plataforma de hielo que la sostiene es sólo un celofán que cruje y que ya se rompe.
Cómo se responde un sueño si todavía la explosión la tiene atolondrada. Inmóvil con los dedos sobre las teclas. La mirada cíclope sobre “responder”.
El retrovisor no funciona; el temblor sí.
Ella quisiera corresponder, aclarar que hace rato que no anda por Creta, que no se volvió grande sino vieja, ella es feliz en sueños ajenos y la sonrisa es nada más que una mueca china. Un ruido, una alarma la corre de las líneas pero da igual.
No sabe cómo responder.
Etiquetas: delivery
7 Comments:
Gracias por el oasis.
Impulsemos medidas concretas: masificar del auto eléctrico y parar la deforestación. Excelente blog. Ne O
viajo,
antes te visito
un abrazo
Se le solto la cadena. La mira entre sus pestañas rubias y largas, y se acuerda de ¡neocacao! Mientras las piernas tibias lo aplastaban todo el viaje. Un ladrido ausente cándydo lo lleva a esa ventana redonda que comunica con el “freno” privado, la onda de la drema es relativa, dá cosas que otras no dan, pero le falta mucho. Se le termina una era, hay que empezar de nuevo, no se arrepiente de nada, salvo de no haber encarado otros caminos.
No importa. Esa inmovilidad generará la pisada correcta.
Un saludo enorme.
Vanesa Aldunate
Avallay,
Gracias por volver.
Ne O,
Te prometo que antes del 2010 vamos a hacer algo. Los dos, te lo prometo.
Dante B,
Gracias por la visita antes de la ida.
Anónimo (AR),
Así me lo disparaste (la ventana redonda y "Candy" son cosas que me vienen juntas.)
Meridiana,
Claro que no importa.
De todos modos me gustaría un poco más de palabras en mi haber por estos días.
Pero todo llegará y si no llega... por algo será.
exelente poesia, gracias por los recuerdos
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